La dependencia emocional
La dependencia emocional es uno de esos problemas psicológicos que nos definen como seres humanos, que encontramos como muy nuestro, propio de «animales sociales» destinados, por suerte o por desgracia, a las relaciones con nuestros congéneres. La mayoría de las personas siente los efectos del amor y sabe que hasta las personas más asentadas son capaces quizá no de enloquecer en el sentido estricto del término, pero sí al menos de perder su voluntad por sus sentimientos hacia el otro o, mejor dicho, de hacer cosas que en otras circunstancias o en otras etapas de la vida nunca se les hubiera ocurrido realizar. Jorge Castelló Blasco.
He querido comenzar con las palabras de uno de los autores españoles que más ha estudiado la dependencia emocional, Jorge Castelló. Si este tema os interesa se hace casi imprescindible leer sus textos en relación a la dependencia emocional.
1. ¿Qué es la dependencia emocional?
Tal y como él nos comentaba somos seres o animales sociales y en ocasiones marcar la línea roja donde comienzan los comportamiento patológicos puede ser complicado para muchas personas. A lo cual podemos y debemos añadirle, el componente social, los mitos y creencias que sobre el amor romántico nos han acompañado cada día de nuestras vidas desde nuestra más tierna infancia. Es fácil contemplar el mito de la media naranja en las películas de Disney y el príncipe salvador en cada cuento relatado, en comedias americanas y en relatos populares.
Ahora bien, esa necesidad de afecto básica que todo ser humano experimenta, comienza a ser patológica y por tanto puede ser denominada dependencia emocional; cuando las conductas que ejercemos para llegar a colmar dicha necesidad, son desproporcionadas y nos causan un daño emocional con o sin conciencia del mismo.
2. Posibles causantes
Las causas más comunes y frecuentes que encontramos en la dependencia emocional son: baja autoestima, miedo a la soledad y estado de ánimo negativo.
- Baja Autoestima: es uno de los factores más habituales que se pueden observar en la psicología de las personas dependientes. Es común que la dependencia emocional vaya acompañada de una desvalorización sistemática. Existe una crítica interna hacia la propia persona, su forma de ser y de estar en el mundo; lo que suele conducir a una sensación de inferioridad y culpabilidad generalizada. Este sentimiento se traslada al ámbito sentimental convirtiéndose en un perjuicio para la relación y la propia persona.
- Miedo a la soledad: la persona dependiente, no concibe la idea de vivir y enfrentarse a la vida solo o sola. Necesitan estar acompañados en la mayoría de sus momentos sin importarse por la calidad de la compañía elegida. Tienen tendencia a “empalmar” una relación con otra, sin permitirse la oportunidad de enfrentarse a la soledad elegida.
- Estado de ánimo negativo: es muy habitual que la dependencia emocional se encuentre acompañada de cuadros depresivos y/o ansiosos.
3. Fases de la dependencia emocional
A lo largo de los estudios sobre relaciones sentimentales y dependencia emocional, se ha llegado a la conclusión de que existen diferentes fases que tienden a repetirse a modo de bucle:
1. FASE INICIAL O DE EUFORIA
Es la primera fase que abarca desde los primeros encuentros positivos, hasta la idealización de la otra persona y la euforia por haber encontrado a la pareja ideal. Los sentimientos de vacío y soledad contrastan con la sensación de haber descubierto el remedio para el malestar emocional: su media naranja.
2. FASE DE SUBORDINACIÓN
Esta fase y la siguiente suelen ser las más duraderas. La relación comienza y se consolida, los sentimientos de felicidad y satisfacción aparecen y la persona dependiente muestra su entrega y subordinación. La otra parte de la pareja recibe con gusto esos halagos y beneficios. De esta forma comienzan a instaurarse los roles: dominante-subordinado. La persona dependiente tiende a asumir como propios los intereses, creencias, valores y comportamientos de la pareja, disolviendo de manera paulatina su identidad. Comienza una subordinación que abarca desde la planificación de actividades gratificantes hasta la anulación de deseos y necesidades personales.
3. FASE DE DETERIORO
En esta fase los roles están totalmente establecidos y exacerbados. El dependiente continúa con la relación no por la satisfacción que le pueda causar sino por el miedo al abandono. Comienza una etapa de vigilancia excesiva ante cualquier conducta de su pareja que pueda indicar deseos de terminar con la relación. Esto implica un importante nivel de sufrimiento y niveles considerables de ansiedad y depresión. En esta etapa de la relación, pueden aparecer humillaciones y desprecios de la pareja hacia la persona dependiente.
4. FASE DE RUPTURA:
Generalmente y tras algunos ciclos de ruptura y reconciliación la pareja de la persona dependiente decide terminar definitivamente con la relación. La reacción de ésta, será de evitar a toda costa la ruptura mediante súplicas, hablar con amigos o familia para que intenten una reconciliación, acudir a profesionales, transigir con alguna petición no satisfecha por inaceptable que sea, etc. Si todo esto falla, la ruptura será inevitable.
5. FASE DE TRANSICIÓN:
Comienza una nueva búsqueda de esa “media naranja” que sacie los sentimientos de vacío y angustia de la persona dependiente.
4. ¿Qué consecuencias aparecen?
Dada una relación de dependencia emocional, pueden aparecer múltiples consecuencias. Los autores y autoras que se han especializado en este campo destacan las siguientes:
- Sentimientos negativos
- Ansia y necesidad patológica por recibir afecto
- Persistencia a la hora de vincularse/ Apego ansioso
- Desgaste de energía
- Posesividad
- Preferencia y elección continuada de relaciones asimétricas
- Ruptura con amigos y/o familiares
- Disponibilidad patológica para las necesidades de la pareja
- Déficit de habilidades sociales
- Búsqueda continuada de relaciones de pareja. No pueden plantearse la vida sin su existencia
- Miedo atroz a la ruptura
- Necesidad excesiva de agradar a las personas del entorno
- Baja autoestima
Si te reconoces en alguno de los causantes, fases o consecuencias de la dependencia emocional, no dudes en consultar con un profesional. La dependencia emocional puede ser tratada en consulta reduciendo considerablemente la angustia y malestar que la caracteriza. Todos y todas tenemos derecho a vivir nuestras relaciones sentimentales desde la libertad y el amor propio.